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Sepla y USCA denuncian la impunidad de las empresas que despiden a sus trabajadores por tomar decisiones de seguridad
Publicado
hace 3 añosen
El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) quieren denunciar la impunidad de las empresas que despiden a sus trabajadores por cumplir con su obligación de tomar decisiones técnicas de seguridad que protejan a los pasajeros. Así ha ocurrido recientemente en Canarias, donde Canair, una filial de Binter Canarias, ha despedido a tres pilotos que reportaron incidencias o se negaron a volar en espacio aéreo afectado por cenizas volcánicas, al considerar que no se daban las necesarias condiciones de seguridad operacional.
El Juzgado de lo Social número 9 de Santa Cruz de Tenerife ha desestimado la nulidad solicitada por Sepla y ha declarado la improcedencia de los despidos, dejando a estos pilotos en absoluto desamparo laboral y consagrando la impunidad de este tipo de empresas, que anteponen sus criterios económicos a la seguridad.
También el colectivo de controladores aéreos se ha visto afectado en los últimos años por varios despidos que a juicio de USCA no estaban justificados, como los llevados a cabo por SAERCO en 2017 contra dos compañeros que, por cuestiones de seguridad, no acataron la orden de la dirección del aeropuerto de Fuerteventura de ampliar el horario de las instalaciones. A pesar de que ambos despidos fueron declarados improcedentes en Sede judicial, la empresa no readmitió a los trabajadores.
Sepla y USCA trasladaron este lunes su descontento al Consejero de Transportes del Gobierno del Cabildo, Sebastián Franquis Verá, y solicitaron una reunión urgente con el Ministerio de Transportes para abordar este asunto y garantizar que se protejan este tipo de decisiones que afectan a la seguridad aérea.
Los profesionales del transporte deben sentirse respaldados y seguros en el desempeño de sus funciones, que en ocasiones implica adoptar decisiones de seguridad que pueden suponer un sobrecoste para las aerolíneas o para los proveedores de navegación aérea, pero que se toman por cuestiones estrictas de seguridad operacional y pueden evitar accidentes y salvar vidas.
Seguridad aérea y cenizas volcánicas
Durante la erupción del volcán Cumbre Vieja en la Isla de La Palma, los tres pilotos ahora despedidos decidieron, en diferentes vuelos, seguir su criterio profesional en contra de la voluntad de la dirección de operaciones: desde no iniciar un vuelo que consideraban peligroso hasta rodear una nube volcánica en lugar de atravesarla. Las cenizas volcánicas son un material que puede dañar seriamente el fuselaje y los motores de los aviones, y por ello los pilotos valoraron riesgos antes de iniciar un vuelo que podría ser peligroso.
Dos semanas después de reportar el riesgo que esto hubiera supuesto para la seguridad del vuelo, la compañía les despidió con una carta en la que se limitaba a alegar “pérdida de confianza”.
Sepla pidió la nulidad de los despidos, pero la sentencia se limita a aceptar su improcedencia, solicitando una indemnización para los trabajadores. No hay en toda la sentencia ni una sola alusión a la seguridad aérea ni a los conceptos de cultura justa, según los cuales los profesionales de la aviación deben sentirse libres y protegidos para informar sobre cualquier cuestión relacionada con la seguridad. Al mismo tiempo, acepta que no existe justificación para el despido, tal y como la propia empresa reconoció en el juicio.
Sepla dará todo su apoyo para recurrir la sentencia, que considera gravemente lesiva no solo para el propio trabajador, sino para todos los pilotos de esa aerolínea, con el objetivo de que en el futuro estos puedan tomar las decisiones de seguridad correctas sin miedo a perder después su puesto de trabajo tras una improcedente “falta de confianza”.